miércoles, 16 de enero de 2013

La regulación de las agencias de rating


Por fin va a ponerse coto a uno de los símbolos de preponderancia del mercado sobre el Estado: las agencias de calificación de rating. Se acabó, pues, que el esfuerzo de un país completo se vea arruinado por el simple hecho de que una agencia independiente ponga una nota más o menos alta o diga que nuestra deuda –nuestra Sanidad, nuestra Educación, nuestras pensiones- es un mero “bono basura”.
Y esta noticia viene de uno de los órganos que siempre han suscitado más acusaciones de inutilidad, lentitud y burocracia: el Parlamento Europeo. Y no sin motivos: el paquete de medidas lleva tramitándose desde noviembre de 2011. Hoy le ha sido dado luz verde, y contará con medidas importantes para evitar “espantar” a los mercados cada vez que estas agencias de rating decidían juzgar sobre nuestros asuntos macroeconómicos.
Entre estas importantes medidas se encuentra:
1.       Presentar de dos a tres calificaciones al año que no hayan sido pedidas por los países, en las fechas anunciadas por las agencias el año anterior. Estas calificaciones se publicarán al cierre de los mercados y al menos una hora antes de que abran.
2.       Los inversores podrán reclamar daños y perjuicios por negligencia o culpabilidad grave.
3.       Se reduce la dependencia de las agencias de inversión obligando a las entidades de crédito, agencias de inversión, aseguradoras y sociedad de gestión a crear sus propios mecanismos de evaluación. Se crea una plataforma europea de calificación para comparar mejor las calificaciones.
4.       Se prohíbe tener una participación de un 5% o más en varias agencias. Asimismo, si un miembro con más del 10% de la agencia mantiene una relación onerosa o es miembro del consejo de administración de la empresa auditada no podrán emitirse calificaciones o estas podrán verse afectadas
5.       Rotación de agencias de calificación cada cuatro años.
Es un reglamento en contra de la especulación y a favor de la transparencia que trata de poner orden entre esas gallinas asustadizas y tiburones que son los mercados. Esperemos que esto no sea solo un destello ni un brindis al sol en medio de la orgía liberalizadora y privatizadora que vive Europa.
Personalmente, espero que esto sea el comienzo de una economía más regulada y tranquila, donde las ideas se impongan al beneficio y lucro personal. Otra medida que ayudaría a acabar con la volatilidad sería el impuesto sobre las transacciones financieras o tasa Tobin. Siempre me ha resultado curioso que un vendedor de bicicletas deba de soportar un impuesto sobre el valor añadido del ¡21%! Mientras que se habla con timidez de una tasa del 0,1 para el que venda acciones y del 0,01 para el que use productos derivados –los CFD´s y similares-.
En definitiva, es una noticia que, salvo para aquellas personas con meridiana ideología neoliberal y los que se lucraban con los informes de estas agencias, debería de alegrarnos, y otra prueba de que Unión Europea si quiere, puede.

Fuente pinchando aquí

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