Por fin va a ponerse coto a uno de los símbolos de
preponderancia del mercado sobre el Estado: las agencias de calificación de
rating. Se acabó, pues, que el esfuerzo de un país completo se vea arruinado
por el simple hecho de que una agencia independiente ponga una nota más o menos
alta o diga que nuestra deuda –nuestra Sanidad, nuestra Educación, nuestras
pensiones- es un mero “bono basura”.
Y esta noticia viene de uno de los órganos que siempre han
suscitado más acusaciones de inutilidad, lentitud y burocracia: el Parlamento
Europeo. Y no sin motivos: el paquete de medidas lleva tramitándose desde noviembre
de 2011. Hoy le ha sido dado luz verde, y contará con medidas importantes para
evitar “espantar” a los mercados cada vez que estas agencias de rating decidían
juzgar sobre nuestros asuntos macroeconómicos.
Entre estas importantes medidas se encuentra:
1.
Presentar de dos a tres calificaciones al año
que no hayan sido pedidas por los países, en las fechas anunciadas por las
agencias el año anterior. Estas calificaciones se publicarán al cierre de los
mercados y al menos una hora antes de que abran.
2.
Los inversores podrán reclamar daños y
perjuicios por negligencia o culpabilidad grave.
3.
Se reduce la dependencia de las agencias de
inversión obligando a las entidades de crédito, agencias de inversión, aseguradoras
y sociedad de gestión a crear sus propios mecanismos de evaluación. Se crea una
plataforma europea de calificación para comparar mejor las calificaciones.
4.
Se prohíbe tener una participación de un 5% o más
en varias agencias. Asimismo, si un miembro con más del 10% de la agencia mantiene
una relación onerosa o es miembro del consejo de administración de la empresa
auditada no podrán emitirse calificaciones o estas podrán verse afectadas
5.
Rotación de agencias de calificación cada cuatro
años.
Es un reglamento en contra de la especulación y a favor de
la transparencia que trata de poner orden entre esas gallinas asustadizas y
tiburones que son los mercados. Esperemos que esto no sea solo un destello ni un
brindis al sol en medio de la orgía liberalizadora y privatizadora que vive
Europa.
Personalmente, espero que esto sea el comienzo de una
economía más regulada y tranquila, donde las ideas se impongan al beneficio y
lucro personal. Otra medida que ayudaría a acabar con la volatilidad sería el
impuesto sobre las transacciones financieras o tasa Tobin. Siempre me ha
resultado curioso que un vendedor de bicicletas deba de soportar un impuesto
sobre el valor añadido del ¡21%! Mientras que se habla con timidez de una tasa
del 0,1 para el que venda acciones y del 0,01 para el que use productos
derivados –los CFD´s y similares-.
En definitiva, es una noticia que, salvo para aquellas
personas con meridiana ideología neoliberal y los que se lucraban con los
informes de estas agencias, debería de alegrarnos, y otra prueba de que Unión
Europea si quiere, puede.
Fuente pinchando aquí
Fuente pinchando aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario